Fomento De Las Exportaciones Del Corredor Norte Peruano
El ITC ha tendido una mano a los exportadores de productos agrícolas del Corredor Amazónico peruano y, en colaboración con las IAC nacionales y locales, les ayuda a superar las numerosas dificultades que encuentran en sus intentos por llegar a nuevos mercados en el exterior y diversificar su oferta.
Un proyecto trienal para fomentar la exportación, financiado por Suiza con una dotación de $EE.UU. 1,66 millones, apoya los esfuerzos del Perú para acelerar su desarrollo a través del comercio, reforzando la capacidad de las IAC del Corredor Norte para que presten servicios de desarrollo empresarial según las necesidades específicas de los exportadores agroalimentarios. El ITC colabora con dos asociados nacionales, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo y PromPerú, la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo, así como con la red de IAC locales, integrada por cámaras de comercio, universidades, centros de enseñanza y otros proveedores de servicios privados.
Las ocho regiones que abarca el proyecto – Amazonas, Cajamarca, La Libertad, Lambayeque, Loreto, Piura, San Martín y Tumbes – representaron entre todas el 20% del PIB del Perú en 2009, y el 23% de sus exportaciones. No obstante, el Corredor Norte nunca ha tenido una red eficaz de apoyo al comercio que preste servicios para el fomento de las exportaciones del sector agroalimentario, como reconoce Alberto Sánchez, coordinador de PromPerú en Lambayeque. Y afirmó que existe una falta de coordinación para el fomento de las exportaciones entre el sector público y el sector privado a nivel nacional y regional, e incluso dentro de las propias regiones.
Para suplir esta falta, el proyecto creó un componente de diálogo sobre políticas en el que intervienen los principales interesados de las ocho regiones para concertar las prioridades comunes para el desarrollo de las exportaciones e informar al respecto a las autoridades nacionales. Los temas concertados fueron: la calidad como una necesidad productiva para las exportaciones de la región; problemas de organización y asociación en el sector de producción, y suministro eléctrico para el sector.
“Muchas IAC del Corredor Norte desconocen sus propias debilidades,” afirmó Sánchez. “Nos gusta trabajar con proyectos como el del ITC porque nos ayuda a ser más competitivos. Ojalá que la economía del norte siga creciendo y, con el apoyo del Centro, las IAC puedan ayudar a las empresas a fomentar el crecimiento.”
La mayoría de las asociaciones de productores del Corredor Norte deben mejorar su capacidad en temas que van desde la toma de decisiones y planificación estratégica hasta financiación y gestión de recursos humanos, opina Augusto Vásquez, Director de Certificación de la Asociación de pequeños productores de banano orgánico de Querecotillo, en Sullana, Piura.
El proyecto quiere reforzar la capacidad de las IAC de la región para que ayuden a las PYME a entender mejor e implantar sistemas de inocuidad alimentaria basados en el análisis de peligros y de puntos críticos de control (APPCC), una medida de prevención sistemática para la inocuidad. En 2012 se impartió formación a 10 empresas agrícolas y del sector agroindustrial de Chiclayo y Piura sobre normas de inocuidad alimentaria y el sistema APPCC. En los cuatro seminarios celebrados entre abril y diciembre, 10 capacitadores-asesores aprendieron la metodología del ITC y su componente sobre el APPCC, así como la necesidad de mejorar la inocuidad alimentaria y sus repercusiones para el comercio mundial; crucial porque todos los importadores de Europa, América del Norte y Asia exigen un control de calidad con certificación. Los capacitadores, a su vez, se servirán de su experiencia y sus conocimientos para enseñar a otras PYME a aplicar el APPCC cuando expire el proyecto en 2014.
El Corredor Norte representa el “80% de la riqueza del Perú”, según el Sr. Sánchez de PromPerú, goza de una próspera industria artesanal y cultiva una amplia variedad de frutas y hortalizas, como espárragos, limas, aguacates y frijoles, que desea vender en el exterior. La economía del país ha estado tradicionalmente ligada a las exportaciones, porque proporcionan divisas fuertes para financiar las importaciones y pagar la deuda exterior. Aun cuando las exportaciones de bienes como cobre, oro, zinc, textiles y harina de pescado aportan al país ingresos considerables, el crecimiento sostenible y una distribución más equitativa de los ingresos se han mostrado esquivos. Aun así, según datos del Banco Mundial, la pobreza en este país de 29 millones de habitantes ha descendido en estos últimos años desde algo más del 44% en 2006 hasta cerca del 31% en 2010.
La iniciativa del ITC ha ayudado a la Facultad de Económicas de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo a avanzar en la consecución de su objetivo de mejorar la calidad y el alcance de sus servicios de asesoría a las PYME. Durante la labor de ayuda a las empresas para que consigan financiación pública y mejoren su tecnología, se descubrieron otras necesidades de las PYME, como asesoramiento jurídico y recogida y análisis de datos, según declaraciones de Julia Maturana, directora de la facultad.
“Estamos redactando una propuesta para que se amplíen los fondos,” añadió. “Queremos tener una oficina específica para esta labor, que centre todos los esfuerzos, porque queremos un lugar físico y un equipo con una visión y una misión muy claras. Ya hemos trabajado antes en este campo, pero de una manera muy vaga. Este programa marco nos ayudará a organizarnos como unidad.”
El Perú ilustra la lógica que está detrás de este enfoque del ITC: “uno a uno y uno a muchos”, y cómo ayuda a garantizar la sostenibilidad. El proyecto institucionaliza los éxitos y las lecciones extraídas para que tengan un efecto positivo duradero en la economía peruana, mediante un sector de exportación más sólido y diversificado, y su impacto ha quedado probado.
“Ahora trabajamos con herramientas diferentes en los mercados internacionales, y sabemos mejor cómo cumplir las normas,” afirmó el Sr. Sánchez. “Nuestras expectativas son muy positivas. Nosotros, como institución, y las empresas necesitamos herramientas diferentes que nos ayuden a mejorar el producto y la presentación, para vender en el mercado internacional. Debemos ampliar nuestras relaciones con el ITC. Necesitamos más formación. Es muy importante para nosotros porque debemos crecer como institución, y el ITC nos está ayudando a conseguirlo.”