Competitividad ecológica
Los patrones climáticos extremos amenazan a las pequeñas empresas, que se enfrentan a posibles pérdidas de las cosechas, infraestructuras dañadas e interrupciones en la logística, así como a nuevos estándares y normas que aumentan las barreras técnicas y el coste del cumplimiento.
Ayudamos a que nuestros clientes y socios vean que es probable que el clima cambie en el futuro y que afecte a las cadenas de valor, y que es necesario prepararse para la incertidumbre en el futuro. Impulsamos la resiliencia de las pequeñas empresas y las cadenas de valor, y apoyamos a los responsables de formular políticas, las organizaciones de apoyo empresarial y el sector privado en su proceso de adaptación.
También ayudamos a nuestros clientes y socios a comprender los riesgos y cuantificar el impacto, teniendo en cuenta las vulnerabilidades sectoriales y geográficas. Finalmente, apoyamos el proceso de adaptación de las infraestructuras, tecnologías, sistemas y procesos para hacer frente a los efectos del cambio climático que ya están sintiendo las empresas.
El ITC desarrolla las capacidades de las pequeñas empresas en el uso de los recursos y en las prácticas de producción circular, y las vincula con otras en los ecosistemas empresariales con el objetivo de que innoven y accedan a nuevas tecnologías, servicios y mercados. El ITC también desarrolla el liderazgo de los encargados de formular políticas y las organizaciones de apoyo empresarial para que puedan apoyar mejor a las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (MIPYME) en su transición hacia una economía circular.
La circularidad ofrece la oportunidad de transformar las economías al reducir los residuos, distribuir los recursos y regenerar la naturaleza. Una economía circular puede ayudar a reducir la contaminación, las emisiones y los desechos, así como aumentar el empleo y la prosperidad. La circularidad también ofrece a las pequeñas empresas la posibilidad de reducir los costes de producción, aumentar la productividad e impulsar la innovación con el desarrollo de nuevos productos y servicios.
El ITC promueve las prácticas positivas para la naturaleza en las cadenas de valor internacionales y facilita que las empresas innoven y pongan en marcha nuevos modelos de negocio. Casi la mitad de la población mundial depende de los recursos naturales y los ecosistemas para mantener su medio de vida. Proteger y restaurar la biodiversidad y la riqueza natural es esencial para mantener los ingresos, el medio de vida y la seguridad alimentaria en el futuro. Las pequeñas empresas pueden desempeñar un papel clave en la reversión de la pérdida de la biodiversidad al cambiar las prácticas comerciales habituales por unas prácticas comerciales ecológicas.
En el ITC, las visiones innovadoras, o «moonshots», representan nuestras soluciones audaces para afrontar los retos a los que se enfrentan las pequeñas empresas radicadas en los países en desarrollo para participar en el comercio mundial. Uno de estos retos es el cambio climático y la degradación del medio ambiente.
La triple crisis planetaria compuesta por el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación están remodelando el comercio mundial. Las mujeres, los jóvenes, las poblaciones vulnerables y las personas que dirigen pequeñas empresas en los países en desarrollo son la mayoría silenciosa que se ve desproporcionadamente afectada por el cambio climático.
Necesitamos medidas urgentes para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 ºC, al tiempo que dotamos a los países en desarrollo de la financiación, las tecnologías y las capacidades necesarias para la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono. Además, las pequeñas empresas desempeñan un papel central en el desarrollo socioeconómico de los países, por lo que es fundamental apoyarlas para garantizar una transición justa e integradora.